Son muchas las cosas que se pueden lograr desde las Relaciones Públicas.
En ningún lado está escrito que ésta debería ser una de ellas. Sin embargo fue el resultado de mezclar la disciplina con marketing, con el ingenio de Juan Cruz y con las actuaciones estelares de Magalí y Juliana.
http://www.fernandagrimaldi.com/2007/11/alumnos-y-profesores-que-marcan-la.html
jueves, 7 de febrero de 2008
Diálogos frecuentes a los que nos someten a los estudiantes de carreras no tradicionales
-Y vos que estudias?-
- Licenciatura en Relaciones Públicas- contesta Juliana con su mejor sonrisa
- AY QUÉ LINDO!!!! QUÉ HERMOSA CARRERA!!! -
- Sí, a mí me encanta y.... - Juliana se empieza a entusiasmar
- Y para qué te sirve ese estudio?
....
A VER: Para qué entonces la falsedad de la expresión? No pretendemos que sepan, sino que reordenen sus palabras en función de que la última oración sea anterior a la tercera al menos. Después si quieren digan algo que no piensan. No nos va a molestar y seguiremos gustosos de nuestra carrera.
Y hay más...
-Qué estás estudiando?
-Relaciones Públicas
-Ay, justito la carrera para vos. Con todo lo que hablás...
A VER (2): Quién podría ser tan generoso, o iluso, o como se lo quiera llamar, de pagar a alguien para que solamente hable? Si me mato cuatro años adentro de una universidad, es porque voy a hacer algo más que hablar, no les parece?
Ojalá algún día no sepan cómo salir de la crisis en la que se encuentra la empresa para la que trabajan (si es que los toman en alguna, porque con ese nivel de comentarios....) y me vean entrar a mí para salvarlos de la tormenta. Van a ver que estudié para algo más que para hablar. Porque además, no hay carreras para hablar! A lo sumo cursos de oratoria!
Por otra parte si alguien estudia para ser maestro/a, profesor/a no le dicen "con todo lo que enseñas...". Un estudiante de medicina nunca escucha "con todo lo que curás...". Ni siquiera a quien estudie publicidad le dicen "con todo lo que publicitas...". Entonces: por qué esa manía en pensar que los estudiantes de RRPP queremos aprender algo que, como todo el mundo, ya sabemos hacer? Hablar puede ser un hobbie, pero por sí solo no nos va a dar de comer.
En fin..."El primer paso de la ignorancia es presumir de saber" (Baltasar Gracián).
- Licenciatura en Relaciones Públicas- contesta Juliana con su mejor sonrisa
- AY QUÉ LINDO!!!! QUÉ HERMOSA CARRERA!!! -
- Sí, a mí me encanta y.... - Juliana se empieza a entusiasmar
- Y para qué te sirve ese estudio?
....
A VER: Para qué entonces la falsedad de la expresión? No pretendemos que sepan, sino que reordenen sus palabras en función de que la última oración sea anterior a la tercera al menos. Después si quieren digan algo que no piensan. No nos va a molestar y seguiremos gustosos de nuestra carrera.
Y hay más...
-Qué estás estudiando?
-Relaciones Públicas
-Ay, justito la carrera para vos. Con todo lo que hablás...
A VER (2): Quién podría ser tan generoso, o iluso, o como se lo quiera llamar, de pagar a alguien para que solamente hable? Si me mato cuatro años adentro de una universidad, es porque voy a hacer algo más que hablar, no les parece?
Ojalá algún día no sepan cómo salir de la crisis en la que se encuentra la empresa para la que trabajan (si es que los toman en alguna, porque con ese nivel de comentarios....) y me vean entrar a mí para salvarlos de la tormenta. Van a ver que estudié para algo más que para hablar. Porque además, no hay carreras para hablar! A lo sumo cursos de oratoria!
Por otra parte si alguien estudia para ser maestro/a, profesor/a no le dicen "con todo lo que enseñas...". Un estudiante de medicina nunca escucha "con todo lo que curás...". Ni siquiera a quien estudie publicidad le dicen "con todo lo que publicitas...". Entonces: por qué esa manía en pensar que los estudiantes de RRPP queremos aprender algo que, como todo el mundo, ya sabemos hacer? Hablar puede ser un hobbie, pero por sí solo no nos va a dar de comer.
En fin..."El primer paso de la ignorancia es presumir de saber" (Baltasar Gracián).
miércoles, 6 de febrero de 2008
Lo absoluto y lo relativo
Nada es absoluto, todo es relativo. Lo correcto en un contexto puede ser (y con mucha frecuencia lo es) inadmisible en otro. Ello no implica equivocación sino parámetros diferentes. La verdad es, en sí misma, relativa, y por ende no es propiedad de nadie.
Y está bien que así sea. La posibilidad (inexistente) de una única verdad nos impediría cuestionar y por tanto descubrir otras perspectivas, otras alternativas. Nos convertiría en seres cerrados o, en el peor de los casos, totalmente dominables, porque se trataría entonces de una certeza impuesta.
Nadie tiene la verdad pero sí cada uno tiene su propia verdad. Aquello en lo que el individuo crea fervientemente es su verdad. Y eso se puede cuestionar en tanto y en cuanto se esté dispuesto a comprender, a aceptar. Es de mentes cerradas rechazar lo distinto por el simple hecho de que sea, justamente, diferente.
Sin embargo, la mera observación de cualquier conflicto (internacional por ejemplo) basta para darse cuenta de que aceptar la diversidad constituye más bien una utopía que una realidad. La humanidad no ha configurado su mente lo suficiente como para entender que las verdades pueden coexistir.
Sería muy abarcativo expresar "ojalá algún día esto cambie", "ojalá entendamos que el resto del mundo no está equivocado". Habría que reducir el deseo, y rogar simplemente que quienes no aceptan lo distinto no accedan al poder necesario para intentar abolir aquellas verdades en las que no creen. Que permanezcan con el pensamiento cerrado si así lo desean, pero que no sean lo suficientemente poderosos como para exterminar esas otras verdades que hacen que este mundo sea mucho más interesante.
Y está bien que así sea. La posibilidad (inexistente) de una única verdad nos impediría cuestionar y por tanto descubrir otras perspectivas, otras alternativas. Nos convertiría en seres cerrados o, en el peor de los casos, totalmente dominables, porque se trataría entonces de una certeza impuesta.
Nadie tiene la verdad pero sí cada uno tiene su propia verdad. Aquello en lo que el individuo crea fervientemente es su verdad. Y eso se puede cuestionar en tanto y en cuanto se esté dispuesto a comprender, a aceptar. Es de mentes cerradas rechazar lo distinto por el simple hecho de que sea, justamente, diferente.
Sin embargo, la mera observación de cualquier conflicto (internacional por ejemplo) basta para darse cuenta de que aceptar la diversidad constituye más bien una utopía que una realidad. La humanidad no ha configurado su mente lo suficiente como para entender que las verdades pueden coexistir.
Sería muy abarcativo expresar "ojalá algún día esto cambie", "ojalá entendamos que el resto del mundo no está equivocado". Habría que reducir el deseo, y rogar simplemente que quienes no aceptan lo distinto no accedan al poder necesario para intentar abolir aquellas verdades en las que no creen. Que permanezcan con el pensamiento cerrado si así lo desean, pero que no sean lo suficientemente poderosos como para exterminar esas otras verdades que hacen que este mundo sea mucho más interesante.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)